Wednesday, February 19, 2014

el poder de la visulización

Visualizar significa "formarse en el pensamiento la imagen de una cosa o representar por medio de imágenes".  La técnica de visualización la he practicado hace un montón de años.  He sido afortunada y tarde o temprano, lo que visualizo, se transforma en hechos.

Desde que tengo uso de memoria, siempre he tenido un amiguito o amiguita al lado.  Me explico, siempre he tenido un perrito.  Han sido mis amigos, mis bebés, mis compañeros de tristezas y de alegrías.  Los que siempre me han recibido con una sonrisa y mil besos cuando regreso a la casa.  Hace tiempo atrás, ví por primera vez un hermoso perrito con una personalidad y un auto estima tremendo.  Recuerdo que me dije, muy dentro de mí, "algún día voy a tener un perrito así".  Al cabo del tiempo, ya en la universidad y embarazada de Sebastián, me robaron a Alegría.  Alegría fue una chiguagua hermosa blanca y negra que me regaló mi madrina Tonila.  Recuerdo cuanto me quería, lo posesiva que era y lo mucho que me dolió su perdida.  En mi desespero y en mi búsqueda, puse mil letreros.  Recuerdo que me ayudó toda mi familia.  Hasta mi primo Albert salía conmigo a buscarla.  No la encontré.  Pero el mismo día fui a la perrera.  Es lo primero que le recomiendan a una cuando pierde un perrito.  Fui, entré y para mi inmensa sorpresa ví a un hermoso jovencito (perro).  Yo no podía creer lo que mis ojos estaban viendo.  Yo tenía siete meses de embarazo.  Sin embargo, cuando yo lo ví yo supe que me estaba esperando.  Abrí la jaula, me arrodillé y le pregunté que qué un jovencito tan hermoso hacía en éste lugar.  El se acercó a mí y me dió un sin fin de besos.  Como si me estubiera diciéndo: "mami ya llegaste".  Al recordarlo se me hace el corazón chiquito y lagrimas empañan mi vista porque lo quise mucho.  Se llamaba Mechas.  Si lo quise, tomar la decisión de dejarlo ir me rompió el alma.  En el 2004, mientras que él jugaba con Angel, el pequinés blanco, se resbaló bajando las escaleras y se rompió una vertebra.  Y no pude hacer nada por él.  Al pasar los días y ver como su salud deterioraba, su dolor aumentaba y que las inyecciones de cortizona que le puso el veterinario, no dieron efectos.  Tuve que ser fuerte y dejarlo ir.  Todavía al pensar en ese momento, vienen lagrimas a mis ojos y un taco en la garganta.  Le agradezco tantas cosas.  Y me quedo con saber que me quiso tanto que en sueños me mostró como iba a llegar otro perrito como él a mi corazón.  Después que llevé sus cenizas a mi playa en la isla, el día en que me regresaba a mi casa en Carolina del Norte, vino Viggo, a mi vida.  Lo rescaté de las calles de Arroyo, sin pensar que, en verdad, fue Viggo, que me rescató a mi.

Recuerdo que de el viaje, solo llegaron Viggo y el asiento de Zassha.  Las maletas no llegaron.  Llegaron a la semana.  Cuando Angel vió a Viggo, lo miró como con una cara de arrogancia y con gesto de quien es ese pordiosero.  Al parecer, se le había olvidado que él también había venido de la calle.

Luego, sin avisar, mi viejito blanco, empezó a convulsionar y se fue entre los brazos de Diego.  Nunca había visto a mi esposo tan triste.  Angel era su perro.  Un vacío que un bebé, llamado Chewbaca, llenó.  Un pequinés que no se percata que es perro porque se cree bebé y que le tiene miedo a las personas extrañas.  Qué clase de candidato!   Como dice mi papi, Chewbaca no cree en la luz eléctrica.

Y ahora, tengo a Coco Chanel.  Mi primer Westie.  El apenas duerme en mi falda mientras Viggo lo observa y Chewbaca lo molesta, queriendo comerselo a besos.  Qué me depara el destino en este viaje con este nuevo miembro en la familia?  Solo Dios lo sabe.  Le pido tiempo.  Tiempo para gozar de su afecto.  Sabiduria para lidiar con un "recien nacido".  Y que mi cariño hacia ellos sea igual y suficiente para que ninguno se enferme de celos.

Gracias Dios porque me regalas las técnicas para alcanzar mis sueños.  Lo vi, lo quise, lo soñé, lo visualize y ahora lo tengo.

Gracias Dios porque tu tiempo es perfecto.  Gracias Diego por Coco Chanel.  Vaya que regalo de San Valentin.

con Alegria en el 1995


con Mechas en el 1996


con Angel en el 2003
en el dia que el me encontro




con Viggo en el 2011
el sonrie
Chewbaca
el eterno bebé
de la casa


y ahora, con
Coco Chanel











1 comment:

  1. Realmente los perritos estan ligados a la historia de tu vida. Me emociono mucho el relato y ya sabes te acompañe en el llanto. Dios te bendice.

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