a usted, el especialista

Hoy, en el día de la concientización sobre el autismo, hay algo que me quería sacar del pecho.  Mi hijo, Sebastian, tiene autismo.

La intuición de mamá casi no se equivoca.  No fue cuestión de negación, no fue questión de ignorancia.  Todos los sintomas, las señales, los manerismos estaban ahí.  No recuerdo cuando fue que encajó mi determinación para saber y aprender como sacar a mi hijo de su mundo interior.  El caminó sin retrasos.  Empezó a dibujar con facilidad.  Pero faltaba algo, palabras.  

En ese entonces, le hablabamos solamente en español.  Descubrí rapidamente, que en donde viviamos, esto era contraproducente.  Cuando pedí ayuda, no había ni un pediatra que hablara español.  Me importó poco lo que me criticaron puesto que lo primordial era que mi hijo entendiera y aprovechara sus terapias.  

Así empezamos con terapias del habla todos los días en la escuela. Yo, en la casa, a sus tres añitos, le enseñaba su nombre (de 9 letras), los números del 1 al 100, los colores y todo lo que me podía imaginar.  Era una esponja.  

Aunque no trabajé de maestra, Dios sabe por qué fui a la universidad a querer ser maestra de español.  Dios permitió, que através de mi hijo, me realizara.  Puse todo lo que aprendí  en práctica.  

Necesitabamos respuestas, saber como ayudarlo, como sacarle palabras.  Como hacer que su habla estuviera a la par con lo que escribía.  Como?  

Fuimos donde pediatras, maestros, especialistas.  Estaban asombrados con mi hijo pero sin respuestas.  No encajaba 100% con el sindrome del autismo porque Sebastian era muy sociable.  El en vez de responder con palabras, escribía sus respuestas.  Que incognita!  Como sacarle palabras?  

En eso, fuimos a otro especialista, uno que tenía varios post grados, altamente recomendado.  Después que Sebastian salió de su oficina tras haber tomado otro examen para medir su índice de inteligencia.  Con el diagnostico, salió MAMA LEONA.  Mi esposo me tuvo que aguantar porque el doctor mientras sus palabras fueron tan erroneas y crueles, yo le iba a arrancar la cara.  Según el doctor, nosotros no podíamos esperar mas que Sebastian trabajara en un circo como payaso. 

Yo salí determinada, furiosa.  Mama Leona le iba a demostrar a ese “don” que mi hijo SI iba a hablar, SI iba a salir adelante y SI iba a ser todo lo que Sebastian quisiera ser  y MAS.

Nosotros no lo tratamos diferente a Zassha.  Los tratamos igual.  Tanto así que él se enteró que teniá autismo cuando estaba en octavo grado.  El no le dijo nada a su hermanita.  Ella se percató cuando vió la película sobre una mujer con autismo que se llama Temple Grandin.  Ella es una profesora, creadora, autora.  Ella ha podido salir adelante.  Zassha lloró cuando se dió cuenta y le expliqué nuestras razones por la cual no le dijimos nada.  Mi sabia cacata, abrazó a su hermano.  Si antes tenía tendencias a ser hermanita Leona, ahora es peor.

El camino no ha sido facil.  Han habido accidentes pero hemos y estamos saliendo adelante.  Está a punto de graduarse de escuela superior para continuar con sus estudios en la Universidad. Que si me siento orgullosa, como no.  Que han habido un millón de veces en que me he querido meter dentro de su cabeza y sacarle las palabras, también.  Que quisiera ser una mosca en la pared y protejerlo, también pero en esto no puedo.  Tengo que confiar que le he brindado las armas necesarias para que se defienda.  Una trae los hijos para el mundo y el mundo no va a cambiar para acomodarlo.  Le pido a mi Dios que ilumine su mente, que guie sus pasos y que mi hijo, en su camino, encuentre paz. 

Hay que buscar ayuda y ser tolerante.  No solamente con Sebastian sino con muchas personas que son lamentablemente ignorantes y la ignorancia es atrevida.  Una puede. 

Por ultimo, no puedo enviarle el diploma al dichoso especialista porque cuando recibí los resultados por escrito, rompí los papeles y en la basura quedaron. Ni su apellido recuerdo. Pero te doy las gracias por haberme llenado de rabia y coraje para sacar a mi hijo de su mundo.  Sacarlo de ese mundo de silencio, de miradas perdidas. 

            Joan Sebastian te amo con todo mi corazón.  
                             Por tí, hasta la luna